Aullando en Verso

Aullando en Verso

jueves, 2 de abril de 2015

Un clavo.

Ya lo han subido al madero,
exhala el último aliento
y espera el clavo certero
que pondrá fin al tormento.

Y en su carne hunden un clavo.

Se ahoga en su propia sangre,
suplicando a un Dios lejano:
¡Por piedad!, ¡por piedad Padre!
¡Por piedad, coge mi mano!

Y en su carne hunden un clavo.

El corazón agotado
lleva las última gotas
de la sangre del Clavado
hacia sus arterias rotas.

Y en su carne hunden un clavo.

Sabe su guerra perdida,
el cuerpo al fin queda inerte
y una lanza abre la herida,
que torna la vida en muerte.

Y en su carne hundido queda... un clavo.


1 comentario:

  1. los tristes y agonicos momentos de un simbolo; la vulnerabilidad del amor y la justicia humanas === carlos

    ResponderEliminar