Ya lo han subido al madero,
exhala el último aliento
y espera el clavo certero
que pondrá fin al tormento.
Y en su carne hunden un clavo.
Se ahoga en su propia sangre,
suplicando a un Dios lejano:
¡Por piedad!, ¡por piedad Padre!
¡Por piedad, coge mi mano!
Y en su carne hunden un clavo.
El corazón agotado
lleva las última gotas
de la sangre del Clavado
hacia sus arterias rotas.
Y en su carne hunden un clavo.
Sabe su guerra perdida,
el cuerpo al fin queda inerte
y una lanza abre la herida,
que torna la vida en muerte.
Y en su carne hundido queda... un clavo.
los tristes y agonicos momentos de un simbolo; la vulnerabilidad del amor y la justicia humanas === carlos
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