Desde el fondo de mi cueva,
miro un mundo que no entiendo,
mil historias, ni una nueva
y mil sonrisas mintiendo.
Pero ni mi dulce cueva
me protege del tormento,
del miedo a una emoción nueva,
a que acabe en un lamento.
Te quiero odiar y te odio,
odio quererte y te quiero
y así escribo otro episodio
del sueño en el que me muero
para vivir otra vida,
en la que tú puedas ser,
la princesa prometida,
a la que quise querer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario